No cambies, sigue así, siendo tú mismo, creyendo en ti misma… 👏
Pero si decides cambiar, cuando lo hagas, no te limites a convertirte en. ¡Qué aburrido sería! ¡Mejor ponte, hazte, vuélvete, llega a ser, no te quedes…! 💪
El cambio tiene múltiples formas y en español tenemos varias maneras de expresarlo. Como habrás intuido, de eso precisamente vamos a hablar en esta entrada: de los verbos de cambio.
Suele ser un contenido difícil para nuestros estudiantes, así que nos gustaría darte algunos consejos para llevarlo al aula. 👍
👉 Primer consejo: calma. Tienes a tu disposición muchos recursos para adquirir un conocimiento cabal de este tipo de verbos. En concreto, te recomendamos que le eches un vistazo al apartado correspondiente a los verbos de cambio en el libro Uso de las perífrasis verbales, de Edelsa 📚.
👉 Segundo consejo: simplicidad. Enséñales a tus estudiantes el siguiente truco 🧙🏻: volverse y hacerse generalmente equivalen a SER; ponerse y quedarse, a ESTAR. Si entienden esto, podrán entender los diferentes matices para cada verbo de cambio. ¡Ojo! Para eso es muy importante que tus alumnos tengan bien asimilada la diferencia entre ser y estar 👀.
Es cierto que existe alguna excepción a este truco (por ejemplo, volverse loco 🤪), pero no por ello negaremos su eficacia.
👉 Tercer consejo: contexto. Como ya sabes, es muy importante elegir un buen contexto para presentar y practicar los contenidos gramaticales. En este caso, te proponemos usar como leitmotiv la idea de viaje como experiencia de cambio ✈️🚢🚉. Para ello, te recomendamos el texto adaptado “Cosas que cambian para siempre cuando vives en otro país”, que puedes encontrar en el Nuevo Prisma B2, de Edinumen (que siempre podrás adaptar aún más en función del nivel de tus estudiantes).
Por último, te dejamos una infografía 👇 en la que puedes ver algunas de las combinaciones más frecuentes con verbos de cambio.
Y recuerda: los cambios… ¡siempre a mejor! 🥰