Poderoso caballero…

Pese a lo poético del título, no vamos a hablar hoy de la fina ironía salida de la pluma de Quevedo al tratar el tema del dinero. Vamos a hablar, en cambio, de cómo el dinero puede determinar los comportamientos sociales en España. O, para ser más exactos, de cómo la decisión de pagar una cuenta tiene tras de sí una serie de rituales que nuestros estudiantes deberían conocer para poder socializar con hablantes de español.

Al igual que Quevedo, pensamos que “poderoso caballero es don Dinero”. Pero no porque “su fuerza humille al cobarde y al guerrero”, sino más bien porque una elección acertada en cuanto a la forma de pago nos puede evitar más malentendidos que una elección acertada en cuanto al uso del subjuntivo. Así de poderoso es…

Lo primero que nuestros alumnos deben saber es que, a la hora de pagar, suele producirse una pequeña “guerra” por abonar la cuenta, en la que son comunes frases como “tu dinero aquí no vale” o “me enfado si pagas”. El “combate” generalmente termina con la persona “derrotada” prometiendo pagar en la próxima ocasión ☝️, aunque no deja de ser cierto que muchas veces los contendientes en realidad están deseando perder la guerra…

📍​ Una forma de alcanzar el consenso y canalizar dicha disputa hacia posiciones más pacíficas es el pago mediante “rondas” : en este sistema, uno paga lo que han tomado todos, y será otra persona quien pague la siguiente consumición de cada uno, ya sea en ese local o en otro. Y así sucesivamente… Se trata de una forma de pago muy habitual en la que son frecuentes frases como “esta ronda la pago yo” ☝️, “esta me toca a mí” o “la siguiente la pago yo” .

📍​ Cuando hablamos de consumir en bares, también se puede pagar poniendo un “bote común” : esta forma de pago consiste en poner una cantidad de dinero determinada antes de empezar a consumir. Una persona se hace cargo del importe común ☝️ y va pagando las consumiciones (hasta que se acaba el bote y hay que volver a poner dinero).

📍​ Si hablamos de comidas o cenas, un sistema bastante extendido es “pagar a medias” o “pagar a pachas” : se divide la cuenta entre todas las personas, de tal manera que cada uno paga la misma cantidad. Evidentemente, existe una regla no escrita que se debe respetar: pedir platos que no sean muy caros y que cuesten más o menos lo mismo que los que piden los otros comensales. No está muy bien visto que alguien pida un entrecot de buey si las demás personas han pedido pechuga de pollo o un filete de merluza…

Para evitar situaciones incómodas como la que acabamos de describir, la solución sería “pagar a escote”. Es decir, cada uno paga lo suyo o, como se diría en algunas zonas de Galicia, al “estilo Ribadeu: cada un paga o seu” (en español, “cada uno paga lo suyo”), expresión en la que se juega con el nombre de la localidad lucense de Ribadeo para obtener una rima “fácil”.

Ahora bien, es necesario aclarar que en algunas zonas de España la expresión “pagar a escote” también se usa como sinónimo de “pagar a pachas”, es decir, el pago equitativo de un gasto común. Es importante que nuestros estudiantes sepan esto para evitar malentendidos, pues de otro modo podrían estar refiriéndose a una forma de pago cuando en realidad querrían decir otra.

Pero como muchos otros aspectos de la vida en estos tiempos, la socialización en el pago no es inmune a las nuevas tecnologías. Prueba de ello es la aparición de un sistema de pago instantáneo a través de una aplicación móvil de nombre Bizum, y que usamos cada vez con más frecuencia para algunos de los contextos descritos en esta entrada. Lo curioso es que ese nombre comercial ha pasado al lenguaje común, de tal manera que cada vez es más habitual escuchar la frase “te hago un bizum” , que a veces nunca llega…».